Cinerama Presents: IT´S A CULT…por César del Campo de Acuña.
Dirección: Walter Hill
País: Estados Unidos.
Año: 1979.
Duración: 92 minutos.
Género: Acción. Suspense.
Reparto principal: Michael Beck, David Harris, James Remar, Deborah Van Valkenburgh, Thomas Waites, Dorsey Wright, Brian Tyler, David Patrick Kelly y Joel Weiss.
Guión: Basada en la novela de Sol Yurick. Guión de David Shaber y Walter Hill.
Música: Barry DeVorzon.
Fotografía: Andrew Laszlo.
Montaje: Freeman Davies Jr., David Holden, Susan E. Morse y Billy Weber.
Dirección artística: Don Swanagan y Bob Wightman.
Vestuario: Bobbie Manis y Mary Ellen Winston.
Estreno en Estados Unidos: 9 de febrero de 1979.
Los amos de la noche
Probablemente la película mejor considerada, por crítica y público, sobre el mundo de las bandas sea la inmortal West Side Story (Jerome Robbins y Robert Wise – 1961), pero sin lugar a dudas la más icónica entre las cintas que describen este submundo criminal es The Warriors, cinta dirigida por Walter Hill (Forajidos de leyenda, Calles de fuego, La presa…) y que define a la perfección lo que es una obra de culto cinematográfica. La trama del film es sencilla; Un grupo de The Warriors, una banda de Coney Island, se dirigen a una gran asamblea de pandillas en el Bronx. Allí Cyrus, el líder de los Riffs, planea unir a todos los grupos criminales para hacerse con el control de la ciudad pero es asesinado de un disparo por uno de los asistentes a la reunión. Este, en el tumulto, acusa a los Warriors de ser los responsables del asesinato y estos, aunque tienen un testigo de quien fue el tirador (el mismo que les acusa) no encuentran otra opción que huir para regresar a su territorio, el único lugar en el que estarán seguros. Desde ese momento comienza una caza al hombre que conducirá al reducido grupo de Warriors ha pelear por sus vidas en las peligrosas calles de el Bronx.
Como suelo decir siempre, a grandes rasgos ese es el argumento de la película y aunque pueda parecer que peca de simpleza o falta de originalidad, la cinta se ha convertido en todo un clásico del cine de bajo presupuesto de los 70 y en un referente del exploitation. The Warriors comenzó a rodarse el 26 de junio de 1978 en la ciudad de Nueva York pero antes de que las cámaras comenzaran a filmar la que se convertiría en una de las obras cinematográficas sobre bandas más importantes de la historia del cine hay cierta historia sobre los orígenes del proyecto que merece la pena ser contada. Lawrence Gordon, el futuro productor de la película, encontró en una librería una novela sin portada con el sugerente titulo de The Warriors. Encandilado por la trama escrita por Sol Yurick en 1965, decidió comprar los derechos para su adaptación cinematográfica. Tras contratar a David Shaber para desarrollar un guión le propuso el proyecto a Walter Hill, cineasta con el que ya había colaborado en la película protagonizada por Charles Bronson, El Luchador (1975) y en Driver (1978). Hill se mostró muy interesado en el proyecto pero pensó que ningún gran estudio se atrevería a financiar y apoyar una película así lo que llevo a la pareja de creadores a encaminar sus pasos al western, concretamente a un film titulado The Last Gun, que por diferentes problemas económicos nunca llego a ver la luz. Gracias a aquello, Hill y Gordon volvieron a centrar sus esfuerzos en The Warriors y cuando el futuro productor de películas como La Jungla de Cristal (1989) o Boggie Nights (1997) aseguro la colaboración de Paramount Pictures las cámaras, finalmente, comenzaron a rodar.
En tan solo 60 días y con un presupuesto de entre 6 o 7 millones de dólares, Hill filmo una cinta que estaría destinada a definir el cine de culto. Lo cierto es que no fue un rodaje sencillo. El equipo tuvo que lidiar con los destrozos de algunas bandas, amenazas constantes e incluso extorsiones pero aun así y a pesar de ello consiguieron completar la filmación en jornadas leoninas. Algo que no muchos aficionados al cine saben es que The Warriors fue una de las primera películas en obtener el permiso de grabar de manera ininterrumpida lo que les granjeo no pocos problemas con los vecinos de las zonas en las que filmaron (en una ocasión les orinaron desde lo alto de un edificio por el ruido que estaban haciendo). Por otro lado no fueron solo los responsables de la película los que hicieron sufrir a los habitantes de los exteriores en los que estuvieron las cámaras, ya que las multitudes que congrego la filmación (algo similar a lo que ocurrió en Fiebre de sábado noche) obligo a reubicar los emplazamientos para no tener que trabajar con el sonido generado por una multitud de espectadores.
¿Pero que es lo que define a The Warriors como una película de culto? La respuesta más probable a esta pregunta es obvia: su conjunto. La ambientación y fotografía a cargo de Andrew Laszlo es sensacional, cargada de húmedos, oscuros y amenazantes callejones a los que pone música un inspirado Barry DeVorzon con una banda sonora inolvidable. Por otro lado Walter Hill se encuentra en estado de gracia, trabajando en un proyecto que le entusiasma y eso es algo que cualquier espectador (casual o no) puede notar. Es probable que la idea de que la película solo tuviera escenas a plena luz del día al final de la película (como el punto y final a una noche de espanto) fuera fruto del consenso de Hill y Gordon, pero aun así merece la pena mencionarlo. Por otro lado tenemos un casting extraordinariamente carismático (héroes y villanos) y gracias a la trama y a su buena labor interpretativa el publico crea un sentimiento de afinidad para con los protagonistas (si, protagonistas, ya que aunque hay un claro héroe principal en el personaje de Michael Beck, la cinta en si es una obra coral) deseando que estos lleguen a la meta final lo más enteros posibles.
Sumen a todo lo anteriormente mencionado lo bien que ha envejecido la película. A pesar de lo ligada que se encuentra la acción, el diseño artístico y el vestuario a los años 70, la cinta se ha convertido en un film atemporal que puede ser disfrutado por cualquier aficionado al séptimo arte independientemente de su edad. Su vigencia e importancia entre las películas de bandas es tal que en 2005, la compañía Rockstar (responsables de la serie de videojuegos de temática criminal Grand Theft Auto) lanzó un sobresaliente titulo inspirado en el tercer largometraje de Walter Hill que atrajo a toda una nueva generación de espectadores a la odisea de los Warriors por las calles del Bronx.
The Warriors es una película tan buena que es capaza de escapar de las garras del exploitation de serie b con la suficiente personalidad como para convertirse en ejemplo de cómo este tipo de películas se pueden convertir en algo más que en un vago recuerdo de videoclub o en una de esas conversaciones que empiezan con: “te acuerdas de…”. Si la han visto sabrán de lo que les hablo y celebraran el día en que por primera vez siguieron a los Warriors en su huida a Coney Island y si aun no la conocen, no pierdan la oportunidad de subirse con Swan, Ajax, Vermin, Cochise, Cowboy, Cleon, Snow y Rembrandt a uno de esos peligrosos, inquietantes y eternos vagones de metro.
Curiosidades:
- En una toma, Michael Beck (Swan) golpeo sin querer con un bate en la cara a Deborah Van Valkenburgh (Mercy). Concretamente, este desafortunado incidente ocurrió en la escena en la que Swan le tira un bate de béisbol a un policía en una estación de metro. Tras el golpe, la actriz fue llevada de urgencia a un hospital a las 3 de la mañana donde recibió varios puntos.
- En el guión original Mercy (Deborah Van Valkenburgh) tendría una relación con Fox (Thomas G. Waites) pero debido a la poca química que había entre los dos actores la subtrama fue pasada a Swan, el personaje interpretado por Michael Beck. Waites además fue despedido tras 8 semanas de rodaje debido a ser difícil de tratar y a estar constantemente discutiendo con Walter Hill. La relación con Hill de White fue tan mala que el director decidió sacarlo de los títulos de crédito finales por no completar el rodaje.
- Los camiones que transportaban el material de producción durante el rodaje fueron protegidos por una banda real llamada The Mongrels por 500$ al día.
- En el guión original Cleon (Dorsey Wright) es asesinado por los Riffs, Cochise (David Harris) muere a mano de los Baseball Furies, Ajax (James Remar) es detenido por la policía, Vermin (Terry Michos) cae en su encuentro con las Lizzies y Swan (Michael Beck) es capturado por los Dingos.
- En la escena en la que Mercy (Deborah Van Valkenburgh) corre por la estación de metro con Fox (Thomas G. Waites) el doble que encarnaba al pandillero no soltó la muñeca de la actriz y se la rompió. Por ese motivo cuando el personaje de Mercy reaparece lleva puesta una chaqueta.
- Los Baseball Furies fueron creados por la afición al béisbol y al grupo Kiss del director de la película Walter Hill.
- Los miembros del equipo de producción recibieron amenazas por algunas bandas locales debido a que no habían sido contratados para aparecer en la película. Miles de dólares en daños fueron registrados cuando una banda arraso el set de rodaje durante una pausa para el almuerzo.
- La escena de la pelea con los Punks fue la única de toda la película que fue rodada en un set de rodaje construido específicamente para el film. La toma fue grabada en los Astoria Studios de Long Island City, Queens.
- La película pudo ser un éxito en taquilla aun mayor del que fue (recaudo 22.4 millones de dólares y tan solo costo realizarla entre 6 y 7 millones) pero debido a diferentes altercados violentos que ocurrieron en las salas entre diferentes bandas, Paramount Pictures decidió ir retirando de manera progresiva la película de los cines para que no se repitieran.
- Walter Hill quería que todos los miembros de los Warriors fueran de raza negra pero los productores no se lo permitieron.
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