La vida debe saber bien…Por César del Campo de Acuña
Hoy Degustamos: Natillas Danet con Oreo.
Amigos del meneo bigotudo, de la manduca, del yantar y del comer, sean bienvenidos una vez más a La vida debe saber bien, la sección en la que hacemos de conejillos de indias por ustedes y nos ponemos como el tenazas a base de probar todo tipo de productos comestibles. En esta nueva entrega les vamos a hablar de las Natillas Danet con Oreo un producto que lleva danzando por la sección de refrigerados desde hace bastante tiempo y que gracias a una campaña publicitaria bastante agresiva que parecía tener como target group a los espectadores de NEOX y por extensión a los de Mtv, se ha ido haciendo un hueco en el siempre competitivo mundo de los lácteos consumibles con cuchara. ¿Dispuestos a crujir su rutina con Danet?
Presentado en un pack compuesto por tres natillas, nos encontramos ante 118 gramos de las mismas en las que la proporción entre la crema y los trocitos de galletas Oreo que las acompañan dejan en clara desventaja a estas últimas y con esto empiezan los problemas. Como diría Lionel Hutz: Nos encontramos ante el mayor caso de publicidad engañosa de la historia desde La Historia Interminable, ya que si tengo que crujir mi rutina con los minúsculos pedacitos de Oreo que acompañan a las natillas me voy a tener que comer toda la producción de un año para notar un cambio. Si ya no te puede fiar ni de la caja del producto apaga y vámonos. ¿Dónde están esos colosales pedazos de Oreo compuesto (es decir, galleta, crema, galleta) que aparecen en el cartón? Pues a juzgar por los diminutos cachitos que vienen en el vasito, se han quedado en la imaginación de Danone y en el anuncio de la televisión, porque lo que es en las que yo he comprado ni rastro. Pero no todo es malo, ya que hay que reconocer que hay una buena cantidad de galleta machacada para acompañar a sus natillas de toda la vida.
Por otro lado este producto es uno de esos lácteos de cuchara compuestos que se han puesto tan de moda en los últimos años. Con esto quiero decir que las natillas vienen por un lado y las galletas por otro, en un recipiente que parece un hermano siamés deforme y enano. Siempre he tenido un problema serio con este tipo de embases porque creo que cuando inclinas el vaso del aderezo nunca llega a cubrir totalmente la superficie de lo que va a ser aderezado lo que hace que la uniformidad que te presentan en publicidad sea una quimera. Dejando a un lado bestias mitologías, deben estar pensando que soy un vago de tomo y lomo, pero que quieren que les diga encuentro que el engaño publicitario arto fastidioso.
Ahora mismo, y a tenor de lo que les cuento, deben estar pensando que menudo asco de producto pero se equivocan. Las natillas son sus natillas Danone de toda la vida (¿Qué Danet, ni que Danet, ni que perro con dos colas?) y los abundantes, aunque pequeños, pedazos de galleta son definitivamente Oreo (o al menos saben igual). Puede que las natillas no sean tan consistentes como las de antes o otras marcas, pero la combinación esta muy rica y probablemente resulte menos empalagosa que las natillas de chocolate con Chips Ahoy!. Creo que por sabor son un producto recomendable, no para todos los días, pero como premio para niños o capricho goloso puntual pueden ser un acierto.
La relación calidad precio, como en otros muchos productos Danone, es alta y la mayor pega que le pongo (que podría ser extrapolable a casi todos los productos que he comentado y comentare en el futuro) es la poca confianza que los fabricantes parecen tener en el al mentir como bellacos en la caja/embase. Desde aquí animo a todas las compañías a que crean más en lo que nos venden y pongan menos esfuerzos en recrear lo que les gustaría que fuera.
Puntuación:
tres cucharas sobre cinco.
Combinaciones:
- Lo cierto es que no se me ocurre menor combinación que la que viene en el producto pero si son unos glotones y echan de menos el relleno blanco de las Oreo les animo a que troceen un marshmallow/malvavisco para obtener una esponjosa y ultra azucarada receta de natillas Danone.
