La Yuxtaposición del Bocadillo…por César del Campo de Acuña
X-Men: Mujeres en peligro de Chris Claremont y Milo Manara
Con más de 50 años de historia, la mundialmente famosa Patrulla – X se ha convertido en uno de los buques insignias de la industria del comic norteamericano en general y de Marvel en particular. El grupo de mutantes más famoso de los multiversos superheroicos se ha convertido en la más exitosa franquicia editorial de la casa de las ideas desde su relanzamiento (la cabecera llego a ser cancelada en 1966, tres años después de su nacimiento, por el bajo índice de ventas) y uno de los máximos responsables de la notoriedad de la serie es el guionista de origen británico, Chris Claremont. Autor de arcos arguméntales tan importantes como Días del futuro pasado o la Saga de Fénix Oscura (junto a John Byrne) y co-creador de personajes tan importantes como Picara, Emma Frost y Dientes de Sable entre otros, se podría llegar a decir que sin Claremont los X-Men no serian lo que son hoy en día.
Personalmente, y aunque esta afirmación me pueda granjear cierta antipatía entre los aficionados al comic, nunca me ha gustado demasiado la Patrulla – X. Reconozco que disfrute muchísimo de aquella serie de animación producida por Saban Entertainment en los años 90 pero cada vez que me he acercado a las grandes historias del grupo de mutantes en formato comic, no he sabido encontrar ese interruptor que encendiera mi interés por los pupilos del profesor Xavier más allá del carismático y recurrente Wolverine. Sumen a esta poco habitual falta de apego a la serie, la lamentable trilogía cinematográfica que se lanzó a principios de este siglo y entenderán porque no me he querido acercar a los X-Men como grupo ni tocándolos con un palo de escoba. Es probable que la ingente cantidad de personajes que pueblan esa parcela del universo Marvel me abrumen y por eso me cueste sentirme atraído a sus paginas y viñetas o simplemente se trate de uno de esos casos en los que “el raro sea yo” que tanto se dan cuando sin intención de llamar la atención o llevar la contraria lo haces al mostrarte contrario a una opinión generalizada.
En mi defensa (más allá del socorrido “pa gustos, los colores”, tan castizo y rancio) solo puedo decir que siempre he sido más de personajes tipo vigilante (Punsiher, Daredevil…) que de grandes grupos superheroicos. Y es precisamente que, en cierta ocasión deambulando por la sección dedicada al comic de unos grandes almacenes mientras buscaba (con poca fortuna, todo sea dicho) el nº4 de la colección Punisher Max de Garth Ennis, me tope con este X-Men: Mujeres en peligro. Lo primero que me llamo la tención fue su sensual portada. Evidentemente reconocí el trazo del maestro Milo Manara de inmediato y verle colaborar con Marvel me intrigo lo suficiente como para que decidiera pagar el precio de la edición en blanco y negro. No les engañare, conocía a Manara por sus soberbios dibujos eróticos y aunque ahora se que ha trabajado con Fellini, Pratt, Jodorowsky e incluso el realizador manchego por antonomasia (gracias Los Klamstein) Pedro Almodóvar para mi su arte se reducía a lo visto en El clic o El perfume del invisible.
Cuando abrí el comic, lleno de intriga y expectación (ya que el volumen reunía a Manara con Claremont), me encontré con una historia muy de o para Manara dentro del Universo Marvel. Con esto quiero decir que Claremont es el que trabaja para el artista y no al contrario, como suele sucederle. El relato es francamente olvidable dentro de la sensacional obra escrita del guionista británico y aunque como narración falle, la obra es rescatada por medio de un dibujo precioso, muy alejado de los estándares habituales del comic americano y nunca antes visto en Marvel (con permiso de las portadas de Frank Frazetta). Desde la viñeta número 1, Manara se encarga de hacer valida una novela grafica en la que las mujeres de la Patrulla – X se convierten en las protagonistas de sus lápices y si no fuera por el buen hacer del autor italiano este X-Men: Mujeres en peligro no tendría ningún tipo de encanto.
El servilismo de Claremont (siguiendo o no directrices de la editorial) resulta evidente desde el momento en el que decide quitarle a las protagonistas sus superpoderes para que así Manara se sienta más cómodo a la hora de trabajar. Por otro lado, esa lisonjearía narrativa para con el italiano, se traduce en una desgana confusa para con el lector y eso en alguien con los galones y el talento de Claremont es intolerable. La historia es presentada de manera errática, con saltos temporales poco convincentes y tras leerla lo único que te queda claro es que Manara es un genio dibujando mujeres y un artista irrepetible.
Para finalizar, solo me queda decir que como curiosidad es recomendable (e incluso para coleccionistas acérrimos de todo el material de los X-Men publicado) pero para aquellos que pasan de puntillas por el mundo del comic es una historia que si no fuera por sus dibujos les llevara a no abrir ni una vez más en sus vidas una novela grafica. El claro vencedor de este duelo de talentos es Manara, que sale reforzado como un autor capaz de trabajar con todo tipo de material, mientras que Claremont queda retratado como un guionista incapaz de salir de lo que ya conoce bien y funciona.
¿Por qué es una buena recomendación para nuevos aficionados?
Más que tratarse de una buena recomendación para nuevos aficionado al mundo del comic, es un sensacional reclamo para aquellos que desde el comic europeo pretenden iniciarse en los universos superheroicos vistos en la industria norteamericana o un estupendo puente por el que llegar a la obra de Manara desde Marvel, DC, Image y tantas otras. En si, la historia de Claremont (como ya he mencionado con anterioridad) no es nada del otro mundo en comparación con el preciosita dibujo del que hace gala el veterano ilustrador italiano y algunos de los trabajos anteriores del afamado guionista por lo tanto lo mejor de esta novela grafica es su aspecto ilustrado y solo por eso es recomendable. Cada viñeta, cada panel, es una obra de arte del talentoso Manara.
El Rincón del Lector
Tienen dos opciones a la hora de adquirir esta singular obra. Pueden comprar la versión en blanco y negro por 14 €/13,30€ o la edición a color por 15€.
Ambas ediciones son limitadas. Si están realmente interesados en hacerse con esta peculiar colaboración entre dos de los más grandes del Noveno Arte, no tarden demasiado en hacerse con ella o podría ser demasiado tarde.
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