La vida debe saber bien…Por César del Campo de Acuña
Hoy Degustamos: Oreo doble crema
Insaciables carpantas, pantagruélicos comilones, amantes del menos bigotudos, reyes del batir de mandíbulas sean bienvenidos una vez más a La Vida debe Saber Bien, la sección dedicada a probar, testar o catar todos esos suculentos alimentos que les hacen ojuelos a su gula desde la comodidad de sus baldas (refrigeradas o no) situadas en esos interminables pasillos llenos de tentaciones multicolor. En esta nueva entrada de la zona más suculenta del ese enorme batiburrillo que es Cajón Desastre, enfrentare mi paladar a las deliciosas galletas Oreo doble crema o Double Stuf como son conocidas en Estados Unidos.
Aun recuerdo como si fuera ayer cuando las probé por primera vez (aquí viene el abuelo cebolleta con su batallita nostálgica de turno). Cuando el mundo era mucho más grande, en una de esas ferias internacionales que solían ser celebradas por una “reputada” cadena de grandes almacenes me tope con una bolsa (si señores, una bolsa…nada de prácticos y refinados rulos de galletas) llena de las Oreo de toda la vida (aunque eso de toda la vida igual no es cierto…cuando salieron en España yo tenia al menos 10 u 11 años) pero bañadas por rallos gamma. Eran enormes, o al menos eso me parecía a mí y las palabrejas en ingles que las definían (Double Stuff) se me quedo grabada a fuego. Cuando por fin les hinque el diente me encontré con el sabor de siempre pero rebajado por la copiosa cantidad de crema que ese par de legendarias galletas de chocolate contenían.
Debo decir que las galletas Oreo me encantan, siempre me han gustado (quizás las que menos las cubiertas…que son bastante pesadas) y quizás el único pero que le pueda poner a esta riquísima gollería es la sed que automáticamente generan. Curiosamente esa sensación de necesitar agua urgentemente es menor en las Oreo Doble Crema. Probablemente se deba al doble relleno, que apaga ese sabor tan seco y característico de la galleta. El aumento de cantidad de la compacta nata vainillada clásica de las Oreo convierte cada bocado en una delicia cercana pero a su vez diferente.
Quizás, lo peor de este producto es que la clásica instrucción de cómo comer una Oreo es irrealizable. Si alguien es capaz de sacar de un solo lametón la crema de las Oreo Doble Crema tiene mi respeto. Por lo demás no deja de ser una Oreo más grande. Se la recomiendo sin lugar a dudas a aquellos que les gusten tanto estas singulares galletas como a mí. Eso si, prepárense para pagar exponencialmente algo más que por las Oreo normales. En general podría decir que este producto hace buena la frase: “Más de lo mismo”.
Para finalizar, y no extenderme más (es lo bueno de hablar de un producto base que prácticamente todo el mundo conoce) les invitaría a que las probaran por aquello de la novedad e incluso creo que si son aficionados a la única galleta del mundo que te tienen que enseñar a comerla deberían hacerle un hueco a las deliciosas y generosamente rellenadas Oreo Doble Crema en sus despensas. No duden a la hora de probarlas, son un acierto seguro.
Puntuación:
Tres cucharas sobre cinco.
Combinaciones/Recetas:
Haremos caso a lo que el envase indica. La mejor combinación posible con estas estupendas galletas es un buen baso de leche. Aunque, si se quieren poner exóticos, combinarlas con un poco de mantequilla de cacahuete les da un punto salado que las hace totalmente irresistibles.
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